Ángel Vargas |
Comenzó a cantar en la década de 1930 en la orquesta de Augusto Pedro Berto con el seudónimo de Carlos Vargas. En 1932 conoció a Ángel D'Agostino e hicieron algunas presentaciones juntos.
En 1938 grabó algunas canciones con la Orquesta Típica Victor.
En 1940 alcanza notoriedad cuando ingresa como voz principal de la orquesta de Ángel D'Agostino y comienzan a grabar. Realizaron 93 grabaciones más una toma de película (El cuarteador) entre aquel año y 1946, que constituyen una obra esencial del tango del siglo XX. Luego formó su propia orquesta con los directores Luis Stazo y José Libertella, entre otros.
Entre sus tangos más recordados están "Tres esquinas", (tango que los invito a disfrutar en el día de hoy) "Muchacho", "Agua florida", "Mano blanca" y el vals "Esquinas porteñas".
Vargas se inició en el disco como cantor de la orquesta de José Luis Padula en 1935 con las canciones “Ñata linda” y “Brindemos compañero”.
Luego participó en 3 canciones con la Orquesta Típica Victor entre 1938 y 1939, y luego grabó un simple o sencillo con guitarras en el mismo año 1939 con las canciones “La bruja” y “Milongón”.
En 1947 Vargas inicia sus primeros registros como solista, acompañado por la orquesta de Eduardo Del Piano. Con él Vargas graba 20 canciones hasta 1950. Entre ellas se destacan Milonga para Gardel, ¿Se lustra, señor?, Bandoneón arrabalero, La mariposa, El motivo, Que se vayan, Mi vieja viola y Ventanita de arrabal.
En 1951 comienza una serie de registros con la orquesta de Armando Lacava, director con el que Vargas graba más canciones que con cualquier otro: 40 títulos hasta 1954. Con él grabó Naipe marcado, De vuelta al bulín, No es más que yo, Tras cartón, Copa de ajenjo, Duelo criollo, Bésame en la boca, Araca corazón, Alma en pena, El adiós, Corrientes y Esmeralda, Si es mujer ponele Rosa, Dejame vivir mi vida y Evocación de París, además de canciones grabadas anteriormente con D'Agostino (A pan y agua, Pero yo sé, Sólo compasión).
Luego Vargas graba 4 canciones en 1954 con el trío de Alejandro Scarpino: Muchacho, No aflojés, El espejo de tus ojos y Cartas viejas. Al año siguiente grabaron 2 más: Ayer y La bruja. Fue la única vez que Vargas fue acompañado por una formación de este tipo, ya que hasta ese momento todas sus grabaciones como solista fueron con acompañamiento de orquestas, exceptuando su simple con guitarras de 1939.
En 1955 comienza a realizar grabaciones con la orquesta de Edelmiro "Toto" D'Amario. Con el grabó 18 canciones hasta 1957. Las más destacadas fueron Mi dolor, Ventanita florida, Langosta, Carnaval de mi barrio, Zapatitos de raso, Cascabelito, El choclo, Cuartito azul, Rejas y glicinas y Shusheta.
El 24 de abril de 1958 hace 2 grabaciones con la orquesta de Daniel Lomuto: Vos hacés lo que querés y Miriñaque. Luego, entre septiembre del mismo año y abril de 1959 graba 6 canciones más, con la orquesta de Luis Stazo: El despertar, Esta soledad, Glorias del ayer, Quien tiene tu amor, Hablando de tango y Un boliche.
El 16 de septiembre de 1959 Vargas graba por última vez, acompañado por la orquesta de José Libertella. Las canciones elegidas fueron La cieguita y La porteñita.
Ángel Vargas, todavía sin declinar sus condiciones interpretativas, fue sin duda uno de los más grandes artistas de nuestro tango.
Tango: Tres esquinas
Música: Ángel D'Agostino / Alfredo Attadía
Letra: Enrique Cadícamo
Intérprete: Ángel Vargas
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra:
Yo soy del barrio de Tres Esquinas,
viejo baluarte de un arrabal
donde florecen como glicinas
las lindas pibas de delantal.
Donde en la noche tibia y serena
su antiguo aroma vuelca el malvón
y bajo el cielo de luna llena
duermen las chatas del corralón.
Soy de ese barrio de humilde rango,
yo soy el tango sentimental.
Soy de ese barrio que toma mate
bajo la sombra que da el parrral.
En sus ochavas compadrié de mozo,
tiré la daga por un loco amor,
quemé en los ojos de una maleva
la ardiente ceba de mi pasión.
Donde en la noche tibia y serena
su antiguo aroma vuelca el malvón
y bajo el cielo de luna llena
duermen las chatas del corralón.