Juan C. Mareco |
Hizo famosa la expresión cómica «azul quedó». Actuó en 11 películas. Ganó 8 veces el Premio Martín Fierro, 4 por su trabajo individual y otras 4 en equipo.
En este show televisivo Juan Carlos Mareco le solicita a Don Osvaldo si le permitía cantar junto a su orquesta... el maestro, muy gentilmente accede al pedido y Mareco se dio el gran gusto...
Nota: Tratándose de un video de más de 25 años, grabado por un canal de TV de la ciudad de Rosario, existen algunas fallas de imagen y sonido.
Tango: Corrientes y Esmeralda
Música: Francisco Pracánico
Letra: Celedonio Flores
Orquesta: Don Osvaldo Pugliese
Intérprete: Juan Carlos Mareco
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra:
Amainaron guapos junto a tus ochavas
cuando un cajetilla los calzó de cross
y te dieron lustre las patotas bravas
allá por el año... novecientos dos...
Esquina porteña, tu rante canguela
se hace una melange de caña, gin fitz,
pase inglés y monte, bacará y quiniela,
curdelas de grapa y locas de pris.
El Odeón se manda la Real Academia
rebotando en tangos el viejo Pigall,
y se juega el resto la doliente anemia
que espera el tranvía para su arrabal.
De Esmeralda al norte, del lao de Retiro,
franchutas papusas caen en la oración
a ligarse un viaje, si se pone a tiro,
gambeteando el lente que tira el botón.
En tu esquina un día, Milonguita, aquella
papirusa criolla que Linnig mentó,
llevando un atado de ropa plebeya
al hombre tragedia tal vez encontró...
Te glosa en poemas Carlos de la Púa
y el pobre Contursi fue tu amigo fiel
en tu esquina rea, cualquier cacatúa
sueña con la pinta de Carlos Gardel.
Esquina porteña, este milonguero
te ofrece su afecto más hondo y cordial
cuando con la vida esté cero a cero
te prometo el verso más rante y canero
para hacer el tango que te haga inmortal
Amainaron guapos junto a tus ochavas
cuando un cajetilla los calzó de cross
y te dieron lustre las patotas bravas
allá por el año... novecientos dos...
Esquina porteña, tu rante canguela
se hace una melange de caña, gin fitz,
pase inglés y monte, bacará y quiniela,
curdelas de grapa y locas de pris.
El Odeón se manda la Real Academia
rebotando en tangos el viejo Pigall,
y se juega el resto la doliente anemia
que espera el tranvía para su arrabal.
De Esmeralda al norte, del lao de Retiro,
franchutas papusas caen en la oración
a ligarse un viaje, si se pone a tiro,
gambeteando el lente que tira el botón.
En tu esquina un día, Milonguita, aquella
papirusa criolla que Linnig mentó,
llevando un atado de ropa plebeya
al hombre tragedia tal vez encontró...
Te glosa en poemas Carlos de la Púa
y el pobre Contursi fue tu amigo fiel
en tu esquina rea, cualquier cacatúa
sueña con la pinta de Carlos Gardel.
Esquina porteña, este milonguero
te ofrece su afecto más hondo y cordial
cuando con la vida esté cero a cero
te prometo el verso más rante y canero
para hacer el tango que te haga inmortal