domingo, 22 de enero de 2017

Feliz cumpleaños, Graciela Susana

Graciela Susana
Graciela Susana Ambrosio, nació en el barrio de La Chacarita, Buenos Aires, República Argentina, el 22 de enero de 1953. Es cancionista y compositora…

Su padre, Ricardo Ernesto Ambrosio, fue pianista y cantante de la orquesta de Tito Cosentino.

Graciela y su hermana Cristina, siendo aún niñas, formaron el dúo folklórico Las Hermanitas Ambrosio, amadrinado por Margarita Palacios. Actuaron con éxito en programas de TV y realizaron giras por distintos lugares del país, acompañadas siempre por su madre Angélica o la abuela Felisa.

Tiempo después, ya adolescentes, las hermanas dejan de actuar juntas, formando Cristina Ambrosio y Hugo López el dúo folklórico Cristina y Hugo, que fuera revelación en el Festival de Baradero de 1969.

Como solista (fines de la década del 60), Graciela Susana comienza a incursionar en el tango y se interesa especialmente por obras nuevas. Acompañándose con su guitarra, se presenta en casas nocturnas y peñas de Buenos Aires como Sur, Barrio de Tango y otras.

En esa época toma clases con grandes maestros, como Angel Kelo Palacios, Alba Vellón, Germán Kúmok y Roberto Lara, quienes completaron y fortalecieron su formación profesional.

En el año 1970 se presenta en el Festival de Tango de La Falda con los temas “Barrio de tango” y “Balada para un loco”, con arreglo de José Libertella, consagrándose con el premio Revelación del Año. A su regreso, es invitada al programa de Pipo Mancera Sábados Circulares, recibiendo al día siguiente un llamado de Edmundo Rivero invitándola a dar una prueba en El Viejo Almacén con la orquesta de Carlos García. Allí, habría de compartir el escenario con los grandes del tango: Aníbal Troilo, Horacio Salgán, Alberto Marino y tantos otros. Lo hace durante 5 años consecutivos. También se presenta en El Mesón Español.

En su amplio repertorio, que incluye a los más grandes compositores del tango, siempre figuró la obra de Homero Manzi como “Sur”, “Barrio de tango”, “Fuimos”, “Milonga triste” entre otros, en una versión muy personal.

Graciela continúa con estudios de armonía con el maestro Sebastián Piana y cancionística con los hermanos Virgilio Expósito y Homero Expósito, en cursos que, entonces, se dictaban en SADAIC.

En ese mismo año (1970), graba su primer disco acompañada por el conjunto de guitarras de Bartolomé Palermo y su segundo disco, con Carlos García. Realiza continuas presentaciones en Uruguay, en casas de espectáculos y en la televisión de ese país, en el que estrena el tango “Poema número dos (El jubilado)”. Son habituales sus presentaciones en la radio y la televisión en programas como Sábados Circulares (Canal 13), Nosotros los del Tango (Canal 2), Música Nueva (Radio Belgrano).

En una de sus actuaciones en El Viejo Almacén, se presentan el famoso cantante japonés Yoichi Sugawara y su manager, quienes quedan conmovidos por esa muchachita de registro privilegiado, con profundos graves y frescos agudos, que interpreta con tanta intensidad y dulzura y que, además, se acompañaba con su guitarra.

Tan sólo 3 meses después de la visita de los japoneses (todavía corría el año 1970) Graciela Susana recibe un contrato para presentarse en Japón cantando tangos en los recitales de Sugawara. Allí también comenzaría a incursionar con canciones japonesas. La completa aceptación y admiración que generó de inmediato en el público dio origen a la edición en Japón de discos de tango y folklore que Graciela había editado en Argentina, y la gran aventura de grabar uno en japonés. Corría el año 1971.

Ya de regreso a la Argentina se presenta en televisión, radio e importantes auditorios de Buenos Aires; realizando también giras a Uruguay y Brasil.

Debido a que su disco de baladas japonesas superó el millón de placas vendidas, Toshiba-EMI le entregó su primer Disco de Oro en 1972. Vendrán luego largas giras en Japón, acompañada en más de una oportunidad por el compositor y guitarrista Osvaldo Avena; muchos premios internacionales y más discos de oro.

Canal 13 la contrata en el año 1971 en exclusividad y participa en programas como Charlando con Tita y Telenoche, conducido por Mónica Cahen D'Anvers y Andrés Percivalle. Como consecuencia del programa Charlando con Tita nace una estrecha amistad entre Tita Merello y ella, que se mantuvo hasta sus últimos días. La emisora Canal 13 festeja su aniversario y Graciela Susana canta en trío con Edmundo Rivero y Roberto Goyeneche la canción “El día que me quieras”. Realiza una importante gira por Brasil junto con la orquesta de Atilio Stampone.

En el año 1975, Graciela Susana figura en los primeros puestos del ranking de Japón; recibiendo ese mismo año 6 discos de oro. Eso dio origen a un fenómeno muy notable: la pasión de sus fans japoneses crearon el Club de Admiradores de Graciela Susana.

Por sus «brillantes condiciones vocales y humanas», es consagrada por la crítica japonesa como la Revelación Artística Extranjera del Año, distinción que anteriormente habían recibido figuras tales como Tom Jones, John Lennon y Joan Báez.

Entre nosotros, en 1975, comienza a cantar en Caño 14, compartiendo el escenario con Stampone, Goyeneche, Omar Valente, Néstor Marconi, Enrique Francini, María Graña y José Basso, alternando siempre con giras y grabaciones en Japón.

En 1980, una de las principales marcas de guitarras del mundo, Takamine, le obsequia una guitarra y desde entonces la incluye en su catálogo de artistas prestigiosos que ejecutan este instrumento. Tampoco su voz pasó desapercibida para el genial cineasta Akira Kurosawa quien, en 1981, pidió a Graciela que interpretara un tema para un especial de TV sobre la guerra Ruso-Japonesa, protagonizado por Toshiro Mifune.

En el año 1982 le es concedido el premio Revelación artística extranjera (Japón), al presentarse en la cadena de televisión NHK con una canción de autor japonés, “Hitorigoto”.

La necesidad de mantener firmes las raíces y poder acercar más nuestra música a tan lejanas tierras, la llevó a producir y conducir en los años 90, 91 y 92 un programa radial de difusión de música hispanoamericana en la Radiodifusora Estatal Japonesa NHK, realizando reportajes a importantes artistas como Paco de Lucía, Armando Manzanero, Quilapayún y Consuelo Velásquez. En 1992 se presenta como solista en Brasil, actuando una temporada en el Teatro Elis Regina de Río de Janeiro.

Debido a sus interpretaciones del cancionero folklórico y del tango argentino, incluyendo algunos temas traducidos al japonés, como, por ejemplo, el tango “Caminito”, en el año 1996 la embajada argentina en Japón le otorgó el «Diploma al mérito por la difusión de la música argentina durante 25 años consecutivos».

Una de las características que siempre la identificó fue el impecable acompañamiento con su guitarra. Como no puede ser de otra forma, es lógico que a esta altura de los acontecimientos Graciela Susana hable perfectamente japonés, lo escriba y sea considerada una de las grandes cantantes de Japón.

En numerosas oportunidades, con su voz afinada, expresiva, sutil, cantó acompañada por grandes directores y músicos: Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese, Atilio Stampone, Enrique Francini, Luis Stazo, José Libertella, Carlos García, José Colángelo, Néstor Marconi, Roberto Grela, Domingo Cura, Kelo Palacios, Chango Farías Gómez, Sebastián Piana, Osvaldo Avena, Domingo Moles y Hugo Díaz, entre otros.

Tiene editados más de 60 discos y obtuvo en Japón 20 discos de oro. Actualmente su carrera artística se desarrolla, principalmente, entre Japón y Argentina.



Tango: Chiquilín de Bachín
Música: Astor Piazzolla
Letra: Horacio Ferrer
Intérprete: Graciela Susana



Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!

Letra:
Por las noches, cara sucia
de angelito con bluyín,
vende rosas por las mesas
del boliche de Bachín.

Si la luna brilla
sobre la parrilla,
come luna y pan de hollín.

Cada día en su tristeza
que no quiere amanecer,
lo madruga un seis de enero
con la estrella del revés,
y tres reyes gatos
roban sus zapatos,
uno izquierdo y el otro ¡también!

Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.

Cuando el sol pone a los pibes
delantales de aprender,
él aprende cuánto cero
le quedaba por saber.
Y a su madre mira,
yira que te yira,
pero no la quiere ver.

Cada aurora, en la basura,
con un pan y un tallarín,
se fabrica un barrilete
para irse ¡y sigue aquí!
Es un hombre extraño,
niño de mil años,
que por dentro le enreda el piolín.

Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.