Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar! Letra: Volvió una noche, no la esperaba, había en su rostro tanta ansiedad que tuve pena de recordarle su felonía y su crueldad. Me dijo humilde: "Si me perdonas, el tiempo viejo otra vez vendrá. La primavera es nuestra vida, verás que todo nos sonreirá"
Mentira, mentira, yo quise decirle, las horas que pasan ya no vuelven más. Y así mi cariño al tuyo enlazado es sólo una mueca del viejo pasado que ya no se puede resucitar. Callé mi amargura y tuve piedad. Sus ojos azules, muy grandes se abrieron, mi pena inaudita pronto comprendieron y con una mueca de mujer vencida me dijo: "Es la vida". Y no la vi más.
Volvió esa noche, nunca la olvido, con la mirada triste y sin luz. Y tuve miedo de aquel espectro que fue locura en mi juventud. Se fue en silencio, sin un reproche, busqué un espejo y me quise mirar. Había en mi frente tantos inviernos que también ella tuvo piedad.
Leo Mario Vitale, más conocido como Jorge Valdez, nació en el porteño barrio de Villa Urquiza, Provincia de Buenos Aires, República Argentina el 27 de enero de 1932. Fue cantor y compositor de tango.
Desde pequeño comenzó su encuentro con la música pues a los 10 años de edad la madre lo induce a tomar clases de piano. Sus dotes interpretativas y una gran personalidad le permiten progresar rápidamente en sus estudios y es así que 5 años después, se presenta, en 4 ocasiones, en el programa de radio El Piano en la Argentina.
Sin embargo, su mayor pasión era el canto y comenzó a «despuntar el vicio» cantando en reuniones familiares y de amigos, para luego transitar las calles y los boliches de su ciudad, llevando como único equipaje su voz.
Carlos Lazzari, bandoneonista de la orquesta de Juan D'Arienzo, lo escucha cantar en el cine Aconcagua de Villa Devoto y poco tiempo después se lo presenta al maestro, quien le toma una prueba, en la cual interpreta los tangos “Eras como la flor”, “Remembranza” y el vals “Quemá esas cartas”. El resultado es positivo y en el año 1957, se incorpora a la orquesta del Rey del Compás, con el nombre artístico de Jorge Valdez junto al cantor Mario Bustos, reemplazando a los consagrados Alberto Echagüe y Armando Laborde. Graba su primer disco, el tango “Andate por Dios”, el 8 de mayo de 1957, al que le siguen “Destino de flor”, “La calesita” y “El reloj”, versión en tiempo de tango del famoso bolero.
Durante su labor en la orquesta grabó 117 temas, 13 de los cuales lo hizo en dúo, el primero de ellos acompañado por Mario Bustos y después -en orden cronológico- por Horacio Palma, Héctor Millán y Armando Laborde, quien en 1964 se había reincorporado a la orquesta. De los temas que Jorge Valdez cantó a dúo, el que obtuvo mayor éxito fue la milonga “Baldosa floja”, grabada con Mario Bustos.
Entre las grabaciones con la orquesta de D’Arienzo, recordamos: “Adiós Chantecler”, posiblemente su tema más logrado, “Remembranza”, “Estrella”, “La calesita”, “En el cielo”, “Casita de nácar”, “Hasta siempre amor”, “Se llamaba Eduardo Arolas”, “Ave de paso”, “Clavel del aire”, “Adiós corazón”, “Un solo minuto de amor”, “Marinera”, “Tu noche es mi noche” y “Chirusa”, el más popular.
A propósito de este último tema, deseamos destacar que “Chirusa”, compuesto por Juan D'Arienzo y Nolo López en la década del 20, fue grabado por su autor en 3 oportunidades. La primera de ellas en el año 1928, con el estribillo a cargo de Carlos Dante. La segunda el 17 de mayo de 1940 con Alberto Reynal y la tercera el 29 de octubre de 1958 con Valdez.
Este «gordo divino» o Cuore, como lo llamaba en la intimidad su amigo el cantor Roberto Mancini, era dueño de un fraseo fácil e inconfundible, de voz atenorada, cálida y melodiosa. Parecía una alondra haciendo fiattos falseteados, plenos de ricos matices.
Registra su último tango con Juan D'Arienzo, “Amor de verano”, el 18 de noviembre de 1964, al año siguiente se aleja de la orquesta y es reemplazado por Osvaldo Ramos, quien cantaba con Florindo Sassone con su nombre real: Osvaldo De Sanctis.
Posteriormente grabó con el maestro Osvaldo Requena, con quien reeditó canciones de su repertorio, a los que sumó “Gricel”, “En esta tarde gris”, “Carillón de La Merced”, “Verdemar” y “Nubes de humo”, entre otras. Graba luego con el acompañamiento de la orquesta de Alberto Di Paulo muy buenas versiones de “Barrio de tango”, “Fuimos”, “La canción de Buenos Aires”, “La vi llegar”, “Mimí Pinsón”, “Por una cabeza”, “Una piba como vos” y “Cuando un amigo se va”.
Para resaltar mejor la gran sensibilidad de Jorge Valdez, rescatamos una anécdota referida por Rafael Brescia, quien también lo acompañó en diversas oportunidades con sus guitarras. En la década del 90 Brescia había registrado una cinta con la voz de Carlos Gardel, reemplazando las guitarras que lo acompañaban por otras 5 dirigidas por él... “Cierto día llevaba a Jorge en mi auto y puse la cinta. Mientras la escuchaba vi una lágrima en sus ojos. Fue la mejor recompensa para mi trabajo”.
Durante su actuación como solista Valdez integró diversas “embajadas de tango” junto a Carlos Dante, Alberto Morán, Floreal Ruiz y Ricardo Ruiz y bajo la dirección orquestal de Jorge Dragone, estas giras le permitieron actuar en distintos escenarios de toda América.
Sus discos, desde la época en que actuó junto a D'Arienzo, ganaron al pueblo hermano de Colombia, quien lo convirtió en ídolo y sus actuaciones en teatros, coliseos y plazas de toros, aún hoy son recordadas con cariño y admiración. Raúl Iriarte, ex cantor de Miguel Caló y próspero empresario en Bogotá, también lo convocó para actuar junto a Juan Carlos Godoy, Armando Moreno, Jorge Ortiz, Oscar Larroca y Roberto Mancini. Su último paso por ese país ocurrió en el año 2001. También actuó en Australia, donde las ciudades de Melbourne y Sydney gozaron con su voz y su estilo inconfundible.
Previamente a todo esto, en abril de 1990, Jorge sufrió un serio accidente automovilístico en el tramo habilitado de la nueva autopista Buenos Aires–La Plata, a la altura de Dock Sud. En este incidente sufre diversas heridas y es llevado al hospital Fiorito para su atención. Le cosen la lengua que había sufrido un corte muy profundo y luego de un largo trabajo de rehabilitación supera el mal trance.
En ese entonces Jorge se mostraba muy desanimado y con deseos de abandonar el canto. Son sus amigos quienes lo alientan a seguir y logran que se someta a nuevos y exigentes ejercicios de reeducación y foniatría. Vuelve a actuar en el Rincón de los Artistas, clásico reducto tanguero ubicado en Álvarez Jonte y Boyacá, pero él siente que ya no es el mismo. Tanto es así que un día al bajar del escenario, molesto por no escucharse bien, les dijo a sus compañeros: “Estoy engañando a la gente. Esto no es lo que yo quiero”.
No obstante ello, Jorge continuó con los trabajos de reeducación, hasta lograr colocar nuevamente su voz a la altura de su registro normal, lo cual no le resultó sencillo, pues su estilo le exigía muchísimo esfuerzo. Él era un cantante de registro alto y no un “diseur” acostumbrado a musitar las letras. Sus innatas condiciones técnicas y su gran fuerza de voluntad lo ayudaron a dejar atrás el mal trance y reinsertarse en el mundo del canto.
Compuso 2 temas, “Por favor no vuelvas” en colaboración con Celso Amato y letra de Raúl Hormaza y “Olvidemos todo” con versos de Santiago Adamini. Ambos temas los grabó con la orquesta de Juan D'Arienzo.
A la edad en que los pibes empiezan a jugar, Jorge Valdez ya había anidado en él la música de Buenos Aires. Por eso integra la lista de las grandes voces que llegaron a tutearse con los duendes del tango.
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra: Cómo son largas las semanas
cuando no estás cerca de mí no sé qué fuerzas sobrehumanas me dan valor lejos de ti. Muerta la luz de mi esperanza soy como un náufrago en el mar, sé que me pierdo en lontananza mas no me puedo resignar. ¡Ah ¡qué triste es recordar después de tanto amar, esa dicha que pasó... Flor de una ilusión nuestra pasión se marchitó. ¡Ah ¡olvida mi desdén, retorna dulce bien, a nuestro amor, y volverá a florecer nuestro querer como aquella flor.
En nuestro cuarto tibio y rosa todo quedó como otra vez y en cada adorno, en cada cosa te sigo viendo como ayer. Tu foto sobre la mesita que es credencial de mi dolor, y aquella hortensia ya marchita que fue el cantar de nuestro amor.
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra: Me gustó tanto, tanto, cuando me contaron que la vieron bebiendo y llorando en la mesa de un bar. Y que cuando mis viejos amigos por mí preguntaron un sollozo apagó su voz y no la dejó hablar. Me gustó tanto, tanto, cuando me contaron que hasta tuve que hacer un esfuerzo por disimular. Se arrepiente y quizá el recuerdo sea su desespero. Ella debe estar bien consciente de lo que causó. Ella me hizo pasar tal vergüenza con un compañero. Y la vergüenza es la herencia mayor que el viejo me dejó. Mientras yo tenga voz en el pecho no quiero más nada que clamar a los santos venganza, venganza clamar. Ella debe rodar cual las piedras ruedan por las calles, sin tener un rincón en su vida para descansar.
Graciela Susana Ambrosio, nació en el barrio de La Chacarita, Buenos Aires, República Argentina, el 22 de enero de 1953. Es cancionista y compositora…
Su padre, Ricardo Ernesto Ambrosio, fue pianista y cantante de la orquesta de Tito Cosentino.
Graciela y su hermana Cristina, siendo aún niñas, formaron el dúo folklórico Las Hermanitas Ambrosio, amadrinado por Margarita Palacios. Actuaron con éxito en programas de TV y realizaron giras por distintos lugares del país, acompañadas siempre por su madre Angélica o la abuela Felisa.
Tiempo después, ya adolescentes, las hermanas dejan de actuar juntas, formando Cristina Ambrosio y Hugo López el dúo folklórico Cristina y Hugo, que fuera revelación en el Festival de Baradero de 1969.
Como solista (fines de la década del 60), Graciela Susana comienza a incursionar en el tango y se interesa especialmente por obras nuevas. Acompañándose con su guitarra, se presenta en casas nocturnas y peñas de Buenos Aires como Sur, Barrio de Tango y otras.
En esa época toma clases con grandes maestros, como Angel Kelo Palacios, Alba Vellón, Germán Kúmok y Roberto Lara, quienes completaron y fortalecieron su formación profesional.
En el año 1970 se presenta en el Festival de Tango de La Falda con los temas “Barrio de tango” y “Balada para un loco”, con arreglo de José Libertella, consagrándose con el premio Revelación del Año. A su regreso, es invitada al programa de Pipo Mancera Sábados Circulares, recibiendo al día siguiente un llamado de Edmundo Rivero invitándola a dar una prueba en El Viejo Almacén con la orquesta de Carlos García. Allí, habría de compartir el escenario con los grandes del tango: Aníbal Troilo, Horacio Salgán, Alberto Marino y tantos otros. Lo hace durante 5 años consecutivos. También se presenta en El Mesón Español.
En su amplio repertorio, que incluye a los más grandes compositores del tango, siempre figuró la obra de Homero Manzi como “Sur”, “Barrio de tango”, “Fuimos”, “Milonga triste” entre otros, en una versión muy personal.
Graciela continúa con estudios de armonía con el maestro Sebastián Piana y cancionística con los hermanos Virgilio Expósito y Homero Expósito, en cursos que, entonces, se dictaban en SADAIC.
En ese mismo año (1970), graba su primer disco acompañada por el conjunto de guitarras de Bartolomé Palermo y su segundo disco, con Carlos García. Realiza continuas presentaciones en Uruguay, en casas de espectáculos y en la televisión de ese país, en el que estrena el tango “Poema número dos (El jubilado)”. Son habituales sus presentaciones en la radio y la televisión en programas como Sábados Circulares (Canal 13), Nosotros los del Tango (Canal 2), Música Nueva (Radio Belgrano).
En una de sus actuaciones en El Viejo Almacén, se presentan el famoso cantante japonés Yoichi Sugawara y su manager, quienes quedan conmovidos por esa muchachita de registro privilegiado, con profundos graves y frescos agudos, que interpreta con tanta intensidad y dulzura y que, además, se acompañaba con su guitarra.
Tan sólo 3 meses después de la visita de los japoneses (todavía corría el año 1970) Graciela Susana recibe un contrato para presentarse en Japón cantando tangos en los recitales de Sugawara. Allí también comenzaría a incursionar con canciones japonesas. La completa aceptación y admiración que generó de inmediato en el público dio origen a la edición en Japón de discos de tango y folklore que Graciela había editado en Argentina, y la gran aventura de grabar uno en japonés. Corría el año 1971.
Ya de regreso a la Argentina se presenta en televisión, radio e importantes auditorios de Buenos Aires; realizando también giras a Uruguay y Brasil.
Debido a que su disco de baladas japonesas superó el millón de placas vendidas, Toshiba-EMI le entregó su primer Disco de Oro en 1972. Vendrán luego largas giras en Japón, acompañada en más de una oportunidad por el compositor y guitarrista Osvaldo Avena; muchos premios internacionales y más discos de oro.
Canal 13 la contrata en el año 1971 en exclusividad y participa en programas como Charlando con Tita y Telenoche, conducido por Mónica Cahen D'Anvers y Andrés Percivalle. Como consecuencia del programa Charlando con Tita nace una estrecha amistad entre Tita Merello y ella, que se mantuvo hasta sus últimos días. La emisora Canal 13 festeja su aniversario y Graciela Susana canta en trío con Edmundo Rivero y Roberto Goyeneche la canción “El día que me quieras”. Realiza una importante gira por Brasil junto con la orquesta de Atilio Stampone.
En el año 1975, Graciela Susana figura en los primeros puestos del ranking de Japón; recibiendo ese mismo año 6 discos de oro. Eso dio origen a un fenómeno muy notable: la pasión de sus fans japoneses crearon el Club de Admiradores de Graciela Susana.
Por sus «brillantes condiciones vocales y humanas», es consagrada por la crítica japonesa como la Revelación Artística Extranjera del Año, distinción que anteriormente habían recibido figuras tales como Tom Jones, John Lennon y Joan Báez.
Entre nosotros, en 1975, comienza a cantar en Caño 14, compartiendo el escenario con Stampone, Goyeneche, Omar Valente, Néstor Marconi, Enrique Francini, María Graña y José Basso, alternando siempre con giras y grabaciones en Japón.
En 1980, una de las principales marcas de guitarras del mundo, Takamine, le obsequia una guitarra y desde entonces la incluye en su catálogo de artistas prestigiosos que ejecutan este instrumento. Tampoco su voz pasó desapercibida para el genial cineasta Akira Kurosawa quien, en 1981, pidió a Graciela que interpretara un tema para un especial de TV sobre la guerra Ruso-Japonesa, protagonizado por Toshiro Mifune.
En el año 1982 le es concedido el premio Revelación artística extranjera (Japón), al presentarse en la cadena de televisión NHK con una canción de autor japonés, “Hitorigoto”.
La necesidad de mantener firmes las raíces y poder acercar más nuestra música a tan lejanas tierras, la llevó a producir y conducir en los años 90, 91 y 92 un programa radial de difusión de música hispanoamericana en la Radiodifusora Estatal Japonesa NHK, realizando reportajes a importantes artistas como Paco de Lucía, Armando Manzanero, Quilapayún y Consuelo Velásquez. En 1992 se presenta como solista en Brasil, actuando una temporada en el Teatro Elis Regina de Río de Janeiro.
Debido a sus interpretaciones del cancionero folklórico y del tango argentino, incluyendo algunos temas traducidos al japonés, como, por ejemplo, el tango “Caminito”, en el año 1996 la embajada argentina en Japón le otorgó el «Diploma al mérito por la difusión de la música argentina durante 25 años consecutivos».
Una de las características que siempre la identificó fue el impecable acompañamiento con su guitarra. Como no puede ser de otra forma, es lógico que a esta altura de los acontecimientos Graciela Susana hable perfectamente japonés, lo escriba y sea considerada una de las grandes cantantes de Japón.
En numerosas oportunidades, con su voz afinada, expresiva, sutil, cantó acompañada por grandes directores y músicos: Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese, Atilio Stampone, Enrique Francini, Luis Stazo, José Libertella, Carlos García, José Colángelo, Néstor Marconi, Roberto Grela, Domingo Cura, Kelo Palacios, Chango Farías Gómez, Sebastián Piana, Osvaldo Avena, Domingo Moles y Hugo Díaz, entre otros.
Tiene editados más de 60 discos y obtuvo en Japón 20 discos de oro. Actualmente su carrera artística se desarrolla, principalmente, entre Japón y Argentina.
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra: Por las noches, cara sucia
de angelito con bluyín, vende rosas por las mesas del boliche de Bachín.
Si la luna brilla sobre la parrilla, come luna y pan de hollín.
Cada día en su tristeza que no quiere amanecer, lo madruga un seis de enero con la estrella del revés, y tres reyes gatos roban sus zapatos, uno izquierdo y el otro ¡también!
Chiquilín, dame un ramo de voz, así salgo a vender mis vergüenzas en flor. Baleáme con tres rosas que duelan a cuenta del hambre que no te entendí, Chiquilín.
Cuando el sol pone a los pibes delantales de aprender, él aprende cuánto cero le quedaba por saber. Y a su madre mira, yira que te yira, pero no la quiere ver.
Cada aurora, en la basura, con un pan y un tallarín, se fabrica un barrilete para irse ¡y sigue aquí! Es un hombre extraño, niño de mil años, que por dentro le enreda el piolín.
Chiquilín, dame un ramo de voz, así salgo a vender mis vergüenzas en flor. Baleáme con tres rosas que duelan a cuenta del hambre que no te entendí, Chiquilín.
Ikuko Kawai, nació en Takamatsu, Japón el 19 de enero 1968. Es una violinista clásica y compositora. Se ha presentado a nivel internacional, incluyendo presentaciones con la Orquesta Filarmónica de Varsovia con el renombrado director de orquesta Chung Myung-Whun.
Ikuko Kawai ha realizado en Nueva York su primer concierto en Carnegie Hall el 4 de octubre de 2008.
Kawai ha grabado numerosos CDs y videos de presentaciones que se han publicado tanto en Japón como en el mundo. Además de su trabajo como artista clásica, ha trabajado en la música popular con artistas americanos de diferentes géneros, incluyendo Sheila E. y los Gypsy Kings.
Ella también ha aparecido como actriz en una serie de televisión japonesa. Ikuko Kawai actualmente ocupa una cátedra en la Universidad de Osaka de Bellas Artes y Música. En honor de su arte, a Kuwai le ha sido cedido el uso de violín Stradivarius 1715 de la Universidad. (El Stradivarius 1715 es conocida como una de las más grandes obras de Antonio Stradivari "s" en la época de oro "). Ella también se ha desempeñado con un violín Francesco Ruggieri, que también fue cedido por la Universidad de Osaka. Anteriormente, ejecuto el Guarneri del Gesu (Muntz), prestado por la Fundación Nippona…
Salvador Carmelo Pappalardo, más conocido como Jorge Casal, nació en el barrio de Villa Urquiza, Buenos Aires, República Argentina el 14 de enero de 1924. Fue cantante de tangos y actor de larga trayectoria artística.
Hijo de padre italianos, Jorge Casal comenzó trabajando en una pequeña fábrica textil en Villa Piaggio (hoy Villa Lynch), en el partido de San Martín, a unas 20 cuadras de su casa. Se inició profesionalmente en el tango junto con su amigo, el cantor Roberto Florio (El Chocho).
Representante genuino de la escuela gardeliana, barítono atenorado poseía una voz potente, pero al mismo tiempo dulce y cristalina. Como se dice en la jerga tanguera… la coloratura de su voz era rica en matices y su fraseo gardeliano nos recuerda por momentos a Raúl Berón en su dulzura y a Alberto Marino en su potencia.
Fue cantor de la orquesta de Florindo Sassone desde 1946 hasta 1950, año que ingresa a la de Aníbal Troilo en la que permanece hasta 1955, cuando hace su debut como cantor solista.
Las primeras grabaciones en tal carácter las hace con el conjunto de guitarras de Roberto Grela que estaba conformado por Héctor Ayala, Domingo Laine y Ernesto Báez en el guitarrón. Curiosamente en su primer disco (“Dicen que dicen” y “A mis manos”) no participa Roberto Grela.
A partir de 1956 realizó giras por Estados Unidos y Colombia. Su sobrino fue el también cantor Héctor Darío.
El propio Casal cuenta de su vocación y cómo fueron sus comienzos.
«¿Sabes que yo tenía antipatía por Gardel? Era joven, tenía 11 años y apenas si había oído hablar de él. En mi casa no había dinero para comprar una radio y mis preocupaciones eran otras, que pasaran rápido las horas de trabajo -había que trabajar a esa edad- y ponerme a jugar a la pelota en la calle con otros chicos.
«De su muerte me enteré por el comentario de los vecinos y me indignó. Mi reflexión era: ¿por qué tanto escándalo con Gardel, si murieron también otros en el accidente?
«Pasaron varios meses y aún tengo grabada la imagen. Jugaba a las bolitas en la vereda, cuando de pronto una radio aumenta su volumen. Escucho una voz, y es tan grande el impacto que me produce que dejo de jugar y me acerco a la ventana de la casa para oír mejor. Cuando termina el disco el locutor dice: «Han escuchado a Carlos Gardel en la jota “Los ojos de mi moza”». Recuerdo que murmuré: ¡ah, con razón!»
Allí comprendió el muchachito Jorge Casal la importancia de Gardel. Y continúa diciendo:
«Estaba dentro mío la vocación de cantor, tenía buen gusto para elegir y días después, en el cine del barrio, fui a ver El día que me quieras. Quedé enloquecido para siempre.
«Mis viejos eran italianos y mi hermana mayor también. Mi llegada a la profesión me deparó algunas amarguras. Después de cantar en algunos festivales barriales me presenté en un concurso que organizaba Radio Splendid. Había una ronda previa para elegir quienes se iban a presentar para cantar.
«Elegí el tango de Rafael Rossi y José Rial, “Corazoncito (Ñafa)”. Hice la primera y segunda parte cuando, de pronto, sonó un timbre en la sala, luego se acercó un tipo y me dijo que ya estaba bien, que dejara mi nombre y dirección, que me iban a llamar. Por supuesto nada de eso ocurrió y quedé mal».
En este momento el cantor recuerda cómo llegó a la orquesta de Florindo Sassone.
«Un amigo que me escuchó en un festival barrial, acompañado por el guitarrista Aníbal Arias, me dijo que la orquesta de Florindo Sassone necesitaba un cantor para debutar en unos días en Radio Splendid. La misma radio del fracaso. Me presentó a un músico de la orquesta y luego de escucharme dijo que me presentaría al director. Fui el lunes a su casa, la prueba fue con el tema “Canción de cuna”. No le gusté a Sassone y empecé a convencerme que no servía para cantor.
“Pero al día siguiente, la sorpresa. El músico presentador me vino a buscar a mi casa, era el nuevo cantor de la orquesta ¿Qué había ocurrido? Mientras Sassone me tomaba la prueba, su esposa María -que tenía oído musical pues había estudiado canto- me escuchó y le dijo después a su marido que no me dejara a un lado, que yo cantaba muy bien. Al poco tiempo un directivo de la radio me dijo «¡Cómo la pegó Sassone con vos! ¿Sabes que iba a poner el que ganó el concurso en la radio?» Ese muchacho era Domingo Alé, más tarde conocido como Alberto Podestá. Debuté el 18 de noviembre de 1946».
Cómo surgió su nombre artístico.
«Para mi nombre artístico primero pensé ponerme Turi Lardó. Turi en el dialecto del pueblo de mis padres significa Salvador y Lardó es la parte final de mi apellido. Pero me gustó el apellido de un amigo que tenía una bicicletería, Carlos Casal, pero el nombre no me salía, hasta que una muchacha sugirió Jorge y me gustó.
«Excepto las 2 primeras grabaciones “Canción de cuna” y “Volver”, todo el repertorio fue elegido por mí, en eso no daba concesiones. Sassone se encargaba de la parte musical, en lo demás... mejor ni hablar. No fue buena persona. Nunca reconoció haberse equivocado conmigo al rechazarme y mucho menos que el éxito de la orquesta se debía a mi presencia. Siempre fue el comentario del ambiente y yo sabía que era así.
“Yo, en cambio, fui distinto. A sólo 3 días del debut me vino a buscar el representante de Pedro Laurenz, de apellido Soto, para llevarme con la orquesta del maestro. Me negué por el reconocimiento a la oportunidad que Sassone me había dado, aun sabiendo que Laurenz me iba a pagar más. También hubo enviados de otras importantes orquestas, Miguel Caló, Carlos Di Sarli y Aníbal Troilo. A Pichuco lo fui a ver personalmente en su departamento, le conté y me respondió: «¡Lo felicito pibe, no cualquiera hace lo que usted hizo!»
Ya desvinculado de Sassone ingresó a la orquesta de Aníbal Troilo dejando en el disco 20 grabaciones memorables. Entre ellas los tangos “La mentirosa”, “Carmín”, “La cantina” y el vals “Vuelve la serenata”.
Jorge Casal fue un cantor admirado por sus colegas, un muchacho simple, poco instruido, pero de una gran sensibilidad para el ejercicio de su vocación de cantor, un ejemplo del hijo del inmigrante que se destaca en una carrera tan difícil que, como en este caso, no tuvo el reconocimiento que hubiera merecido.
Filmografía
1950: Al compás de tu mentira, con la orquesta de Domingo Federico.
1952: Mi noche triste, donde dobló al actor Jorge Salcedo.
1954: El cartero, donde trabajó junto a la actriz Haydée Larroca.
1955: Vida nocturna.
Televisión
1956: El tango, señor de la ciudad, con Astor Piazzolla, Alba Solís, el ballet de Ángel Eleta y Nelly Raymond.
1963: Grandes valores del tango.
Teatro
1953: El patio de la morocha, sainete de Cátulo Castillo y Troilo. Anteriormente hizo giras por Brasil.
1959: Caramelos surtidos, de Enrique Santos Discépolo, nuevamente con Aníbal Troilo y representada en el teatro Presidente Alvear.
Discografía
Dicen que dicen
A mis manos
Canción de cuna y Volver (1947)
Por dónde andará (1947)
Puentecito de mi río (1947)
Cien guitarras (1947)
Siempre te nombra (1947)
El día que me quieras (1948)
A la luz del candil (1948)
Rencor (1949)
Y volvemos a querernos (1949)
Mi noche triste (1949)
La última cita (1949)
Fogón de huella (1949)
Madre hay una sola (1949)
No te engañes corazón (1949)
Noches de Atenas (1950)
Al compás de la mentira (1950)
Tinglado
La mentirosa
Carmín
La cantina
Vuelve la serenata
Patio mío
Ventanita de arrabal
Uno y uno
Una canción
Che bandoneón
Amigazo
Del suburbio
Homenajes
En diciembre de 2009, el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires le puso el nombre de Jorge Casal a una plaza de Villa Urquiza, su barrio natal.
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra: Ha plateado la luna el Riachuelo
y hay un barco que vuelve del mar, como un dulce pedazo de cielo con un viejo puñado de sal. Golondrina perdida en el viento, por qué calle remota andará, con un vaso de alcohol y de miedo tras el vidrio empanado de un bar.
La cantina llora siempre que te evoca cuando toca, piano, piano, su acordeón el italiano... La cantina, que es un poco de la vida donde estabas escondida tras el hueco de mi mano. De mi mano que te llama silenciosa, mariposa que al volar, me dejó sobre la boca, ¡sí! su salado gusto a mar.
Se ha dormido entre jarcias la luna, llora un tango su verso tristón, y entre un poco de viento y espuma llega el eco fatal de tu voz. Tarantela del barco italiano la cantina se ha puesto feliz, pero siento que llora lejano tu recuerdo vestido de gris.
Recordamos a Leopoldo Federico en el día del aniversario de su nacimiento. Les dejo el Link (http://www.bertosabinotango.blogspot.com/2015/01/feliz-aniversario-leopoldo-federico.html) de la publicación de su biografía y compartimos el tango "Porqué canto así" interpretado por Julio Sosa. Tango: Porqué canto así (La cumparsita) Letra: Celedonio Flores Bandoneón: Leopoldo Federico Intérprete: Julio Sosa
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra: Pido permiso, señores, este tango habla por mí, y mi voz entre sus sones dirá por qué canto así.
Porque, cuando pibe, me acunaba en tangos la canción materna pa’ llamar el sueño y escuché el rezongo de los bandoneones en el empedrado de mi patio viejo.
Porque vi el desfile de las inclemencias, con mis pobres ojos, llorosos y abiertos. Y en la triste pieza de mis buenos viejos, cantó la pobreza su canción de invierno.
Y yo me hice en tangos, me fui modelando en barro, en miseria, en las amarguras que da la pobreza. En llantos de madre, en la rebeldía del que es fuerte y tiene que cruzar los brazos cuando el hambre viene.
Y yo me hice en tangos, porque el tango es macho, porque el tango es fuerte, tiene olor a vida, tiene gusto a muerte.
Porque quise mucho y porque me engañaron, y pasé la vida masticando sueños. Porque soy un árbol que nunca dio frutos, porque soy un perro que no tiene dueño.
Porque tengo odios que nunca los digo, porque, cuando quiero, me desangro en besos. Porque quise mucho y no me han querido, por eso canto tan triste, por eso canto así.
Le damos la bienvenida a un nuevo año, lleno de alegría y esperanzas!
Hemos recorrido juntos un hermoso camino lleno de buena música y preciados recuerdos de nuestro querido tango argentino!
Les agradezco infinitamente su compañía y apoyo, y los invito a seguir disfrutando una vez más de una pieza inigualable, símbolo del tango rioplatense: "La Cumparsita" bailada sobre hielo por una pareja de prestigiosos bailarines; Pakhomova & Gorshkov.
Que lo disfruten y feliz año nuevo a puro tango!!
Tango: La cumparsita Música: Gerardo Matos Rodríguez Intérprete: Pakhomova & Gorshkov (Baile sobre hielo)