Hugo del Carril |
Comenzó a cantar desde muy joven en presentaciones para los vecinos del barrio y cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Mariano Moreno.
En 1927, mientras trabajaba en una fábrica de jabón y en una cristalería, realizó una de sus primeras presentaciones con los Hermanos Leguizamón bajo el nombre de Pierrot. A la edad de 16 años le tomaron una prueba radial en Radio Bernotti, en la que posteriormente se desempeñó como cantor y locutor bajo el seudónimo de Carlos Cáceres. Con este último formó parte en 1933 de un trío junto a Emilio Castaing y Martín Podestá. El trío luego se denominaría Trío París.
Tras separarse del trío, formó un dúo con un cantor amigo, quien le sugirió el seudónimo definitivo de Hugo del Carril. El dúo, que cantó en Radio Nacional. Del Carril se desempeñó luego como vocalista en Radio La Nación y como parte de la agrupación Edgardo Donato y sus Muchachos. Paralelamente asistió a una escuela nocturna para estudiar taquigrafía y se desempeñó después como primer taquígrafo en el Congreso de la Nación. En 1935 comenzó a estudiar canto con la profesora Elvira Colonnesse y prosiguió en ello durante 7 años. Ese mismo año llegó a Radio del Pueblo como estribillista de orquestas y solista con un primer contrato de 180 pesos mensuales y en 1936 debutó en Radio El Mundo, en donde conoció a Tito Ribero, que luego sería su colaborador musical permanente.
A pesar de que a del Carril, según su hijo, “no le entusiasmaba mucho ser actor” incursionó en el cine en 1937 con el tango “Tiempos viejos” en la película de Manuel Romero “Los muchachos de antes no usaban gomina”. El sello cinematográfico lo contrató para filmar 3 películas; “La vuelta de Rocha” junto a Amanda Ledesma, “Tres anclados en París”, con Florencio Parravicini y Tito Lusiardo, y “Madreselva”, con Libertad Lamarque.
En 1939 fue la pareja de Sabina Olmos en la película musical “La vida es un tango”, protagonizada también por Parravicini y Lusiardo. Ese mismo año participó en “Gente bien” e interpretó a Gardel en la exitosa película biográfica “La vida de Carlos Gardel”, que llevó a una «comparación inmediata» con el cantor de tangos. Entre otros títulos tempranos se encuentran “El astro del tango” una vez más junto a Amanda Ledesma, “Confesión” (1940), “La canción de los barrios”, “En la luz de una estrella” y “Cuando canta el corazón” (1941). Por esos años, ya cobraba 50 mil pesos por película.
En 1943 protagonizó con Aída Luz “La piel de zapa” y actuó una vez más con Sabina Olmos en “Pasión imposible”. Estrenó al año siguiente la comedia “Los dos rivales”, junto a Luis Sandrini, y en 1945 protagonizó “La cabalgata del circo”, de vuelta con Libertad Lamarque y con la participación de María Eva Duarte. Al respecto de su trabajo con la futura primera dama el actor dijo "Con ella hablábamos de muchas cosas, pero especialmente de las necesidades de la gente humilde. Ella se sentía predispuesta a esa gente por su origen que jamás negó".
En 1945 y 1946 protagonizó junto a Gloria Marín las 2 películas mexicanas “La noche y tú” y “Canción desesperada”. Además actúo en el teatro y grabó “Compadrón”, “Che, papusa, oí” y “Pobre mi madre querida”, tango de la película homónima que luego filmaría durante 1948 junto a Emma Gramatica y Aída Luz.
En 1949 hizo su debut como guionista y director con la película “Historia del 900”, en la cual su personaje volvió a formar pareja con Sabina Olmos. La película fue criticada incluso antes de filmarse con comentarios negativos por la incursión de un actor en la dirección de cine.
Originalmente radical, Hugo del Carril apoyó fervientemente al peronismo, alegando "Los sueños de mi padre y de mi abuelo, los cristalizó Perón. Entonces: ¿cómo puedo dejar de ser peronista?". En 1949 interpretó Versos de un payador a la señora Eva Perón y Versos de un payador al General Juan Perón de Homero Manzi. Además, grabó Los muchachos peronistas, conocida como “La marcha peronista”, sobre lo cual expresó "La grabé por convicción y por pedido expreso del general Perón, aun sabiendo que sería más recordado por la marcha que por los tangos que he grabado".
En 1955, cuando la Revolución Libertadora derrocó a Perón y detuvo a varios artistas peronistas, entre ellos Hugo del Carril. Sus películas fueron prohibidas y el actor estuvo preso en la Penitenciaría Nacional durante 41 días hasta que fue liberado por falta de cargos. Según su hijo, durante su tiempo en prisión fue maltratado hasta el punto que casi muere, pero aun así siguió cantando la marcha peronista. Tras ser liberado cantó en parques de diversiones junto a Tita Merello, que también había sido prohibida, antes de volver una vez más al cine.
En 1952, dirigió y protagonizó “Las aguas bajan turbias”, que trataba sobre la explotación laboral y estaba basada en la novela “El río oscuro”, del militante comunista Alfredo Varela. Al encontrarse Varela preso, del Carril intercedió con Perón. Al respecto dijo "¿Por qué está preso?", me preguntó Perón y le contesté: "Por orinar frente a la embajada soviética". Él se rió y me dijo: “Bueno, al final somos todos un poco comunistas, si lo que buscamos es la justicia social”. Varela fue liberado inmediatamente. La película fue un gran éxito popular y se estrenó en Estados Unidos y en Europa. Del Carril también se inspiró en “Prisioneros de la tierra” de Mario Soffici, al cual definió como su «guía artística». El filme fue bien recibido por la crítica y recibió numerosos premios en festivales de cine. El año anterior del Carril había dirigido y actuado en la producción española “El negro que tenía el alma blanca”, también polémica y basada en una novela de Alberto Insúa.
En 1957 dirigió y protagonizó junto a Gilda Lousek “Una cita con la vida”, en donde también se inició Graciela Borges. Tras recuperarse de una dolencia, en 1958, dirigió y protagonizó en 1960 “Culpable” y en 1961 el melodrama “Amorina” y “Esta tierra es mía”, las cuales contaron con la participación de Tita Merello. La actriz dijo al respecto “Ni sueñen que es fácil trabajar con él. Hugo es muy exigente. Con él hay que ensayar y ensayar, y sólo cuando considera que se ha alcanzado el punto ideal, se pasa a filmar”. Posteriormente protagonizó y dirigió “La calesita”, “La sentencia” y “Buenas noches, Buenos Aires”, el primer musical a color del país, que contó con la participación de Beba Bidart, Néstor Fabián, Virginia Luque, Mariano Mores, Jorge Sobral, Julio Sosa y Aníbal Troilo. Luego protagonizó “El día que me quieras” y las 2 películas de Enrique Carreras “Viva la vida” y “Amalio Reyes, un hombre”.
En 1970 grabó un disco con la dirección de Osvaldo Requena, con algunos matices de rock y en 1971 encabezó Tango Club por Canal 11. En 1972 actuó con Tita Merello en una carpa en Mar del Plata y en 1973 protagonizó “Siempre fuimos compañeros”. Tras la vuelta de Juan Domingo Perón al poder le ofrecen la dirección del Instituto Nacional de Cinematografía pero lo rechazó y pidió que designasen a Mario Soffici, permaneciendo él como asesor. En 1975 dirigió su última película, “Yo maté a Facundo”, que protagonizó Federico Luppi y narraba el asesinato de Facundo Quiroga.
En 1985 recibió el Premio Konex - Diploma al Mérito y en 1986 fue nombrado Ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en un acto en el Teatro Presidente Alvear. En 1988 asistió a un homenaje en el Luna Park. En una entrevista, expresó “Todo lo que hice fue con buena intención. Si las cosas me salieron bien o mal, no lo sé. Pero sí sé que siempre me entregue con alma y vida a lo que quería”.
Cuenta en su carrera con 44 películas como actor, 15 como director, 12 como productor y 2 como guionista…
Tango: Uno
Música: Mariano Mores
Letra: Enrique Santos Discépolo
Intérprete: Hugo del Carril
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra:
Uno, busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias...
Sabe que la lucha es cruel
y es mucha, pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina...
Uno va arrastrándose entre espinas
y en su afán de dar su amor,
sufre y se destroza hasta entender:
que uno se ha quedao sin corazón...
Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
a un amor que lo engañó...
¡Vacío ya de amar y de llorar
tanta traición!
Si yo tuviera el corazón...
(¡El corazón que di!...)
Si yo pudiera como ayer
querer sin presentir...
Es posible que a tus ojos
que me gritan tu cariño
los cerrara con mis besos...
Sin pensar que eran como esos
otros ojos, los perversos,
los que hundieron mi vivir.
Si yo tuviera el corazón...
(¡El mismo que perdí!...)
Si olvidara a la que ayer
lo destrozó y... pudiera amarte..
me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor...
Pero, Dios, te trajo a mi destino
sin pensar que ya es muy tarde
y no sabré cómo quererte...
Déjame que llore
como aquel que sufre en vida
la tortura de llorar su propia muerte...
Pura como sos, habrías salvado
mi esperanza con tu amor...
Uno está tan solo en su dolor...
Uno está tan ciego en su penar....
Pero un frío cruel
que es peor que el odio
-punto muerto de las almas-
tumba horrenda de mi amor,
¡maldijo para siempre y me robó...
toda ilusión!…
Si yo tuviera el corazón...
(¡El mismo que perdí!...)
Si olvidara a la que ayer
lo destrozó y... pudiera amarte..
me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor...