Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra: No te asombres porque he vuelto, ni me mires asustada. Lo pensé tranquilamente, antes de volver aquí. Y aunque estoy en mi derecho, no he venido a hacerte nada, nada más que a preguntarte, ¡qué tenés que hablar de mi! Vos sabes que yo no he sido, ni cobarde, ni malvado, sin embargo todos hablan de lo que yo nunca fui. Y lo peor, lo más terrible, lo que me tiene amargado, es que seas vos quien siembra lo que dicen por ahí. Quién te puede haber querido tanto, tanto como yo. Vos sabés lo que yo hice para hundirme en el olvido por tu amor, tu mal amor. Si te queda un resto de alma, por lo mucho que sufrí, contestame francamente, cara a cara, así de frente, ¡qué tenés que hablar de mi! Sin embargo vos has hecho de que todos me creyeran el cobarde y el malvado que sabés que nunca fui. Yo tendría que vengarme y que todos lo supieran, pero yo no puedo hacerte lo que vos me has hecho a mi. Yo me fui y a nadie dije, lo que hubo entre nosotros. Yo sabía el bien que hacia, para mi y para vos. Porque la desgracia de unos, es la risa de los otros, y yo no quise que nadie se burlara de los dos.
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra: Te importó destrozarme la vida y arrastrar mi esperanza al espanto. Te importó que se hundieran en llanto, mi amor y mis sueños. ¿No es cierto que no? Te importó que grité de rodillas, no me hagas sufrir de este modo. Y querés que me olvide de todo, cerrando mis ojos a tanto dolor.
Vos me has hecho mucho daño, te adoraba y me mentías. ¡Pero tanto, tanto daño, todo, todo el que podías! ¿Te parece todavía que te puedo perdonar? Vos serás como una herida para el resto de mi vida, pero otra cosa, ¡jamás!
Si era yo quien te hubiese mentido, quien te hubiera llenado de agravios. Con la pura verdad en tus labios, no es cierto que harías, lo mismo que yo. Te callás porque se lo que digo, porque puedo gritar lo que siento, porque ahora no sos mi tormento, no sos mi locura, ni quiero tu amor.
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra: ¡Viva la Santa Federación, mueran los salvajes unitarios!... Las once han dado y sereno...
Ya se pierde el pregón del sereno, por el barrio de Restaurador y en la noche tan tibia de enero esparce el lucero su limpio fulgor. La magnolia foscata perfuma la casona de aljibe y jardín y con voz varonil se desata una serenata que comienza así:
Soy tu fiel trovador mazorquero y esta noche he venido a cantar repitiéndote siempre “Te quiero... te quiero alma mía. No me hagas penar”. Soy tu fiel trovador mazorquero poncho rojo vihuela y facón. De San Telmo eres toda la gala, federala de mi corazón.
La canción quedó trunca de pronto... Cae herido el soldado cantor... Un puñal unitario le apaga su dulce guitarra, su canto de amor... En la alcoba la amada sonríe, sin pensar que en la calle está él malherido... su voz moribunda cantándole a ella repite otra vez:
¡Viva la Santa Federación, mueran los salvajes unitarios!... Las doce han dado y sereno...
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra: Se dice de mí... se dice de mí... se dice de mí... Se dice que soy fiera, que camino a lo malevo, que soy chueca y que me muevo con un aire compadrón, que parezco Leguisamo, mi nariz es puntiaguda, la figura no me ayuda y mi boca es un buzón.
Si charlo con Luis, con Pedro o con Juan, hablando de mí los hombres están. Critican si ya, la línea perdí, se fijan si voy, si vengo o si fui.
Se dicen muchas cosas, mas si el bulto no interesa, ¿por qué pierden la cabeza ocupándose de mí?
Yo sé que muchos me desprecian comprar quieren y suspiran y se mueren cuando piensan en mi amor. Y más de uno se derrite si suspiro y se quedan, si los miro, resoplando como un Ford.
Si fea soy, pongámosle, que de eso aun no me enteré. En el amor yo solo sé que a más de un gil, dejé a pie. Podrán decir, podrán hablar, y murmurar y rebuznar, mas la fealdad que dios me dio mucha mujer me la envidió. Y no dirán que me engrupí porque modesta siempre fui… ¡Yo soy así!
Y ocultan de mí… ocultan que yo tengo unos ojos soñadores, además otros primores que producen sensación. Si soy fiera sé que, en cambio, tengo un cutis de muñeca, los que dicen que soy chueca no me han visto en camisón.
Los hombres de mí critican la voz, el modo de andar, la pinta, la tos. Critican si ya la línea perdí, se fijan si voy, si vengo, o si fui.
Se dicen muchas cosas, mas si el bulto no interesa, ¿por qué pierden la cabeza ocupándose de mí?
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra: Acaricia mi ensueño el suave murmullo de tu suspirar, ¡como ríe la vida si tus ojos negros me quieren mirar! Y si es mío el amparo de tu risa leve que es como un cantar, ella aquieta mi herida, ¡todo, todo se olvida..!
El día que me quieras la rosa que engalana se vestirá de fiesta con su mejor color. Al viento las campanas dirán que ya eres mía y locas las fontanas me contarán tu amor. La noche que me quieras desde el azul del cielo, las estrellas celosas nos mirarán pasar y un rayo misterioso hará nido en tu pelo, luciérnaga curiosa que verá…¡que eres mi consuelo..!
Recitado: El día que me quieras no habrá más que armonías, será clara la aurora y alegre el manantial. Traerá quieta la brisa rumor de melodías y nos darán las fuentes su canto de cristal. El día que me quieras endulzará sus cuerdas el pájaro cantor, florecerá la vida, no existirá el dolor…
La noche que me quieras desde el azul del cielo, las estrellas celosas nos mirarán pasar y un rayo misterioso hará nido en tu pelo, luciérnaga curiosa que verá… ¡que eres mi consuelo!
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra: Lo viste. Seguro que vos también, alguna vez, lo viste: te hablo de ese eterno ciclista solo, tan solo, que repecha las calles por la noche. Usa las botamangas del pantalón bien metidas en las medias y una boina calzada hasta las orejas, ¿te fijaste? Nadie sabe, no, de dónde cuernos viene, jamás se le conoce a dónde diablos va.
De todos modos, si lo vieras pasar, miralo con mucho Amor: puede que sea, otra vez...
El flaco que tenía la bicicleta blanca; silbando una polkita cruzaba la ciudad. Sus ruedas, daban pena: tan chicas y cuadradas ¡que el pobre se enredaba la barba en el pedal!
Llevaba, de manubrio, los cuernos de una cabra. Atrás, en un carrito, cargaba un pez y un pan. Jadeando a lo pichicho, trepaba las barrancas, y él mismo se animaba, gritando al pedalear.
"¡Dale, Dios!... ¡Dale, Dios!... ¡Meté, flaquito corazón! Vos sabés que ganar no está en llegar sino en seguir..."
Todos, mientras tanto, en las veredas, revolcándonos de risa ¡lo aplaudimos a morir! y él, con unos ojos de novela, saludaba, agradecía, y sabía repetir:
"¡Dale, Dios!... ¡Dale, Dios!... ¡Dale con todo, Dale, Dios!..."
Pero cierta noche, su horrible bicicleta con acoplado entró a sembrar una enorme cola fosforescente. ¡Increíble!: los pungas devolvían las billeteras en los colectivos; los poderosos terminaban con el hambre; los ovnis nos revelaban el misterio de la Paz; el Intendente, en persona, rellenaba los pozos de la calle, y hasta yo, pibe, yo que soy las penas, lloré de alegría bailando bajo esa luz la polka del ciclista.
Después, no sé, ¡te juro!, por qué siniestra rabia, no sé por qué lo hicimos ¡lo hicimos sin querer!, al flaco, ¡pobre flaco!, de asalto y por la espalda, su bicicleta blanca le entramos a romper.
Le dimos como en bolsa, si asco, duro, en grande: la hicimos mil pedazos... Y, al fin, yo vi que él, mordiéndose la barba, gritó: "¡Que yo los salve!..." Miró su bicicleta, sonrió, se fue de a pie.
(Mi viejo Flaco Nuestro que andabas en la Tierra: ¿Cómo te olvidaste que no somos ángeles sino hombres y mujeres?)
Flaco, no te quedes triste, todo no fue inútil, no pierdas la fe... en un cometa con pedales ¡dale que te dale! yo sé que has de volver...