Armando Laborde |
Formó parte del repertorio de cantores de la orquesta de Juan D'Arienzo originado en 1935, compartiendo el staff junto a otro gran cantor, Alberto Echagüe. A partir de 1940 integró esta orquesta donde se lució como un cantor de grandes condiciones innatas, afinado y con un timbre agradable. Debutando en 1944 con los temas “Magdala” y “Color de cielo”, hasta 1984, cuando acompañado por la orquesta del bandoneonista Alberto Di Paulo realiza 10 temas donde interpretó el tema “Malena”.
Hijo de padre carnicero, de chico cantaba con pequeños conjuntos de su barrio. Hizo varias pruebas en algunas radios con orquestas conocidas: Manuel Buzón, Ricardo Tanturi y Horacio Salgán, entre otras.
Cuando el músico Héctor Varela vuelve a formar su orquesta en 1951 se incorpora junto al cantor Rodolfo Lezica, al pianista César Zagnoli, los bandoneonistas Antonio Marchese y Alberto San Miguel, y los violinistas Hugo Baralis y Marco Abramovich. Las presentaciones fueron realizadas por Cacho Fontana.
También hizo varias presentaciones en televisión como las televisadas por Canal 11.
A lo largo de su trayectoria tuvo varias idas y vueltas en orquestas tales como la de los ya mencionados D'Arienzo, Héctor Varela y Alberto Di Paulo.
A partir de 1940, D'Arienzo tuvo 2 cantores emblemáticos. Uno fue Alberto Echagüe, con un repertorio profundamente dramático, por momentos rozando lo ridículo y, en otros casos, humorístico y arrabalero.
El otro, Armando Laborde, un excelente cantor de grandes condiciones innatas, afinado y con un timbre agradable, del que muchos se han preguntado qué hubiera pasado si este hubiera intervenido en otras orquestas, más elaboradas y de ritmo más pausado. Pero lo cierto es que el ritmo de D'Arienzo lo atrapó y en esto tuvo mucho que ver el éxito de la orquesta y la buena paga. Hasta tal punto que en dos oportunidades se retiró para buscar otros rumbos y regresó. Sus retornos a la orquesta fueron acogidos con beneplácito ya que cantor y director se necesitaban mutuamente.
Alguna vez el cantor confesó: “Juan te mataba, a la velocidad que tocaba no había garganta que aguantase.”
En un largo reportaje dijo: “Nací como José Atilio Dattoli, el 27 de abril de 1922, aunque legalmente figuro como nacido el día 30, porque mi viejo, de oficio carnicero, se olvidó al inscribirme 3 días más tarde, de la fecha, todo por causa de las carreras de caballos. Hice la escuela primaria, luego el secundario y sabía de contabilidad... Luego sí, hice lo mío, cantaba con pequeños conjuntos de mi barrio, Palermo. Hice varias pruebas en algunas radios con orquestas conocidas: Manuel Buzón, Ricardo Tanturi y Horacio Salgán, entre otras. Me llevaban los amigos, pero nunca me convocaron”.
“Hasta que un día mi amigo el compositor Alberto Tavarozzi me llama al café donde yo paraba con mis amigos para tomar una copa y jugar a las cartas después del trabajo. Me dice que lo convenció a Juan D'Arienzo para que me tomara una prueba, atento que el maestro andaba buscando una voz, por la renuncia del cantor Héctor Mauré. Me prestaron unos pesos para tomar un taxi y me fui corriendo a Radio El Mundo. Lo esperamos como 2 horas a D'Arienzo pero este no vino, a esa altura del partido yo creí que era un cuento de Tavarozzi, quien muchas veces solía imaginar más de lo debido”.
“Pero al otro día, a la tardecita, me vuelven a llamar, esta vez era la voz de D'Arienzo. Horas más tarde me tomó la prueba, canté como 20 tangos y me aceptó. Después me enteré que el director estaba en duda entre Carlos Bermúdez, ex cantor de la orquesta de Pedro Laurenz, y yo. Optaron por mi juventud, por mi buena pinta y que era desconocido.”
“El maestro me dijo… Se tiene que aprender dos temas, se va a la casa de Juancito Díaz (pianista) y ensayan hasta que los saque.”
“Era fin de año y casi sin tiempo para ensayar con la orquesta grabé mis 2 primeros temas, me temblaban las piernas.”
Todo esto transcurría pocos días antes del viaje que D'Arienzo tenía proyectado al Uruguay para la temporada en el lujoso Hotel Carrasco de Montevideo. Respecto a esta gira Laborde, comentó: “Allí empezaron las notas periodísticas, todos querían saber quién era el nuevo cantor de D'Arienzo. Entre tantas preguntas, una metida de pata, fue cuando me preguntaron qué orquesta me gustaba y yo respondí… La de Aníbal Troilo. A la noche D'Arienzo casi me mata y me gritó… A usted la única orquesta que le gusta es D'Arienzo».”
Otra anécdota interesante fue la de su nombre artístico: “Fui por varios días “el cantor sin nombre”. A veces me ponía uno y al día siguiente lo cambiaba. Pero a raíz de mis grabaciones en Buenos Aires, el sello discográfico exigía un nombre definitivo para la etiqueta del disco, entonces ocurrió lo increíble. Una noche que regresábamos en el ómnibus, desde el Hotel Carrasco al centro de Montevideo, a D'Arienzo se le ocurre preguntarle al conductor cómo se llamaba:
—¿Yo señor D'Arienzo?
—¡Sí, usted!... Con ese vozarrón tan ronco, tan suyo.
—Yo me llamo Armando Laborde.
—Ya está, ese es tu nombre.
“Y así nació mi nombre artístico.”
—¿Yo señor D'Arienzo?
—¡Sí, usted!... Con ese vozarrón tan ronco, tan suyo.
—Yo me llamo Armando Laborde.
—Ya está, ese es tu nombre.
“Y así nació mi nombre artístico.”
Junto a D'Arienzo con quien grabó 145 temas cabe destacar “Con alma de tango”, “Desde aquella noche” y “Una y mil noches”. Todos de la primera etapa con el maestro.
Luego continúa con Héctor Varela con quien graba 24 temas, de los cuales sobresale “Noches de cabaret”.
En 1952, vuelve a la orquesta de D'Arienzo con un éxito entre otros: “El vino triste”.
En 1957, forma un rubro con el cantor Alberto Echagüe secundados por la orquesta dirigida por Alberto Di Paulo, grabando cuatro temas, y en 1959 regresa con Héctor Varela.
En 1964, retorna por segunda vez a la orquesta de D'Arienzo, en la que permanece hasta 1974, grabando uno de sus máximos éxitos, “Yuyo brujo”.
Sin duda, Armando Laborde fue un cantor admirado por los degustadores del mejor tango, su éxito se emparentó con el de D'Arienzo, pero paradójicamente, sus dotes artísticas no fueron aprovechadas en la medida de sus merecimientos.
Filmografía
1966: Una ventana al éxito, junto a otras personalidades del tango como Juan Ramón, D'Arienzo y Hugo Marcel, y otros ritmos como Nicky Jones, Johnny Tedesco, Johnny Allon y Los Chalchaleros, entre muchos otros.
Teatro
¿Te acordás, hermano? (1995), interpretado también por Alberto Morán, Roberto Rufino y Alberto Podestá.
Temas - Junto a Juan D'Arienzo:
Con alma de tango, de D'Arienzo y Carlos Waiss.
Desde aquella noche, de Fulvio Salamanca y Carlos Bahr.
Una y mil noches, de Alberto San Miguel, Oreste Cufaro y Carlos Bahr.
El vino triste (1952), de D'Arienzo y Manuel Romero.
Yuyo brujo (1964) , de Héctor Varela, Benjamín García y Carlos Bahr.
De puro curda (1968) de Olmedo y Aznar.
Caña.
Junto con Héctor Varela (con quien graba 24 temas):
Noches de cabaret, de Alberto San Miguel y Antonio Fiasche.
Un bailongo, de Gardel y Razzano.
Junto a la orquesta de Ricardo Martínez:
El Viandazo.
A Mí No Me Hablen De Tango.
Dos Amores.
El Encopao.
Y... Cualquier Cantidad.
Y te parece todavía.
Caña.
Ñatita Decí Que Sí.
El Vino Triste.
El bulín de la calle Ayacucho.
Un Trabajo Flor Y Flor.
Tango: De puro curda
Música: Carlos Olmedo
Letra: Abel Aznar
Orquesta: Juan D´arienzo
Intérprete: Armando Laborde
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra:
¡Che mozo! Sirva un trago más de caña,
yo tomo sin motivo y sin razón;
no lo hago por amor que es vieja maña,
tampoco pa'engañar al corazón.
No tengo un mal recuerdo que me aturda,
no tengo que olvidar una traición,
yo tomo porque sí... ¡de puro curda!
Pa'mi es siempre buena la ocasión.
no lo hago por amor que es vieja maña,
tampoco pa'engañar al corazón.
No tengo un mal recuerdo que me aturda,
no tengo que olvidar una traición,
yo tomo porque sí... ¡de puro curda!
Pa'mi es siempre buena la ocasión.
Y a mi, qué me importa que diga la gente
que paso la vida en un mostrador.
Por eso no dejo de ser bien decente,
no pierdo mi hombría ni enturbio mi honor.
Me gusta y por eso, le pego al escabio,
a nadie provoco ni obligo jamás
y al fin, si tomando me hago algún daño,
lo hago conmigo... ¡De curda nomás!
que paso la vida en un mostrador.
Por eso no dejo de ser bien decente,
no pierdo mi hombría ni enturbio mi honor.
Me gusta y por eso, le pego al escabio,
a nadie provoco ni obligo jamás
y al fin, si tomando me hago algún daño,
lo hago conmigo... ¡De curda nomás!
Si un hombre pa'tomar un trago e'caña
precisa la traición de una mujer,
no es hombre, no se cura, no se engaña.
¡Es maula p'al sufrir y p'al perder!
Yo tengo bien templado el de la zurda
no tomo p'aguantar un tropezón,
yo tomo porque sí... ¡De puro curda!
Pa'mi es siempre buena la ocasión.
precisa la traición de una mujer,
no es hombre, no se cura, no se engaña.
¡Es maula p'al sufrir y p'al perder!
Yo tengo bien templado el de la zurda
no tomo p'aguantar un tropezón,
yo tomo porque sí... ¡De puro curda!
Pa'mi es siempre buena la ocasión.