|
Lucio Demare |
Lucio Demare nació el 9 de agosto de 1906 en Buenos Aires, República Argentina. Fue compositor de tangos, músico, director de orquesta y musicalizador de películas argentinas.
Era hijo de Otilia Riccio y Domingo Demare. A los 6 años comenzó a estudiar música con su padre, que era violinista, y con Luis Riccardi, pianista de la orquesta de tango del conocido director y compositor de tango Francisco Canaro. Más tarde prosiguió estudiando en el conservatorio del maestro Vicente Scaramuzza. A partir de los 8 años tocaba el piano en salas de cine -era todavía la época del cine mudo- y en el barco de la carrera que hacía el viaje Buenos Aires-Montevideo, ejecutando trozos de música clásica y fragmentos de óperas.
Así lo contaba Demare: “Vivíamos toda la familia en 2 piezas. Mi madre me llamaba diciéndome que se enfriaba la comida, y como no iba, me amenazaba con tirármela, pero yo seguía en el piano. Esas cosas en mí eran sinceras, yo las sentía así. Creo que nací para la música. Ahora de dónde me salió, no sé”.
A los 11 años fue contratado para acompañar musicalmente las presentaciones de una cantante de su misma edad que con los años sería conocida como Imperio Argentina y comienza su interés por la música popular. Pasa a desempeñarse en algunas salas de variedades del centro y en 1922 se inició como músico de jazz en el conjunto denominado Real Jazz dirigido por Nicolás Verona en el Real Cine de la calle Esmeralda de Buenos Aires. Con este conjunto debutó como autor con los pasodobles “Flores de mi tierra” y “Banderillas al quiebre”, los foxtrots “Potencia” y “Mister Bohr”, en homenaje al músico y compositor José Bohr y el shimmy “Melodía de amor” que en 1924 grabó Azucena Maizani con la orquesta de Francisco Canaro.
En 1926 se incorporó a la orquesta de jazz de Eleuterio Iribarren, y como actuaban en el ya célebre cabaré Ta-Ba-Ris alternando con orquestas de tango, Demare entró en contacto con músicos de ese género.
Dice Demare sobre esa etapa de su vida: “Esto duró hasta que vino Adolfo Carabelli y me sacó del cine Real para llevarme a un cabaret, El Tabarís. El problema era que yo pisaba los 16 años y no podía trabajar en ese lugar como menor. Claro, no se me veía mucho, no era alto y entonces le dije a mi vieja que debía ponerme los pantalones largos, porque trabajaba en el cine con los «cortos», y mi vieja quería «los largos” para los 18 años, como buena «tana» que era. Entonces le dije: “¡Pero vieja, es un cabaret, no puedo ir así, es ridículo!» Y me puse «los lompa” para ir al Tabarís. En el Tabarís estuve balbuceando algunos tangos, con entusiasmo porque me gustaba mucho. Pero entonces no lo veía como mi música exclusiva para el trabajo, porque una cosa es lo que está escrito y otra el swing, el yeite que se debe tener para tocarlo, como cualquier música popular”.
Comenzó a estudiar los aspectos particulares del tango y compuso en esa época las piezas “La comadrona” y “Río de oro”, a las que clasificó como “tango romanza”. Con esta última composición obtuvo el tercer premio en el rubro música sola en el cuarto Concurso Max Gluckman.
Sobre ese período cuenta Demare: “Mi maestro en el tango fue Minotto Di Cicco. Él fue quien me dijo lo que tenía que hacer. Todo esto lo hacía cuando Canaro se iba, a las tres de la mañana porque él no quería que su orquesta funcionara con otros elementos que no fueran los suyos. Unos meses más tarde, le dije a Canaro que me llevara a Europa. Me preguntó qué quería hacer y le respondí: “Tango”. “Usted no sabe tocar el tango”, me contestó. Yo, desde el palco de enfrente, el de jazz, le contesté que estaba aprendiendo, que me gustaba. No contestó nada. Pasó un tiempito y un día me pregunta si todavía andaba con ganas de ir a París. Estuve dos años con él, era 1926, y yo andaba por los 19 años”.
En 1926, a propuesta de Francisco Canaro, viajó a París para unirse a la orquesta dirigida por Rafael y Juan Canaro. En esa ciudad estrenó sus tangos “Dandy” y “Mañanitas de Montmartre” con letras de Agustín Irusta y Roberto Fugazot en el cabaré Les Ambassadeurs, establecimiento en el cual también actuaba nada menos que Paul Whiteman, “rey del jazz” con Bing Crosby y el trío The Rhythm Boys.
Demare lo recuerda en esta forma: “También conocí a Rodolfo Valentino. No hablé con él, pero fue la primera vez que vi a una persona con un smocking totalmente blanco. Recuerdo cuando Lindbergh cruzó el «charco» con su avión y París no durmió esa noche. Era una época que me parece mentira haberla vivido. Todo era accesible. Un peso nuestro valía diez francos. Para mí el coche llegó recién a los ocho o diez meses, porque me fui únicamente con mi padre y quería llevar a mi madre también y a mis dos hermanos. Hasta que no lo hice no paré. Mi primer automóvil costó 23 000 francos. Y cuando lo tuve, no sabía que hacer con él, no tenía tiempo de manejarlo, porque trabajaba desde las cinco de la tarde a las cuatro de la mañana. Recién a esa hora daba una vuelta y nada más. Conseguí un departamento para mi madre, con cocina, baño y algunos muebles bastante buenos, por solamente 750 francos por mes. Yo ganaba 600, por día”.
En 1927 se separó de Canaro y con los cantores Irusta y Fugazot formó el trío Irusta-Fugazot-Demare. Este conjunto luego de debutar en París pasó a actuar en el teatro Maravillas de Madrid donde la presentación prevista para un período de quince días debió prolongarse a tres meses por el gran éxito que obtuvo. Al trío se le unieron otros músicos, entre ellos su hermano el joven bandoneonista Lucas Demare, formando la Orquesta Típica Argentina, que actuó en diversos países de América.
Contaba Demare: “En Buenos Aires debutamos con gran éxito en el teatro Broadway, pero con la mala suerte que Roberto Fugazot, se accidentó en un ascensor que se vino abajo desde un tercer piso. Estaba con Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo, pero sólo él se lastimó, se fracturó una pierna. Cuatro meses de yeso y se nos cortó el éxito”.
Irusta, Fugazot y Demare retornaron a España y en 1933 fueron los actores de la película española Boliche, escrita y dirigida por Francisco Elías, que en los Estados Unidos fue estrenada el 27 de mayo de 1935 yAves sin rumbo, escrita y dirigida por Antonio Graciano, estrenada en España el 28 de mayo de 1934. Demare realizó además la musicalización de ambas películas.
Narra Demare al respecto: “Nos pusimos a trabajar rompiéndonos el alma. La filmación duró como 8 meses, dirigía Paco Elías, un español. Antonio Graciani era el libretista. Yo hacía el papel de un músico ciego, y mis compañeros hacían de cantantes. Las ocho o nueve canciones fueron todas «pegadas» mías. La película anduvo bien, pero no vimos un centavo, porque el señor distribuidor se quedó con todo. Se daba en un cine que estaba enfrente del que daba Luces de Buenos Aires, con Gardel, por lo que se enganchaba a la gente que salía de ver a Carlos. ¡Qué manera de ir mujeres! Se morían por verlo, pero él, personalmente era la discreción. Después hicimos Ave sin rumbo y más o menos pasó lo mismo. Nosotros, que éramos casi ídolos, allá no sabíamos ganar dinero. Nuestra juventud necesitaba de una persona mayor que manejara el negocio. Llegábamos a un teatro y el dueño decía: “Cincuenta por ciento, la mitad de los viajes o nada”. ¡Así siempre!”
En 1935 Demare pasó a desempeñarse como pianista en la orquesta de Francisco Canaro reemplazando a Luis Riccardi y en 1936 interviene con ella en la comedia musical de Ivo Pelay La Patria del Tango del teatro Buenos Aires, mientras continuaba sus estudios musicales con el profesor Ernesto Dranghos.
En 1938 al desvincularse de Canaro pasó a integrar por corto tiempo una nueva orquesta en la que compartía la dirección con el violinista Elvino Vardaro y ese mismo año formó una nueva orquesta integrada por el bandoneonista Máximo Mori, el cantor Juan Carlos Miranda y los violinistas Raúl Kaplún y Carlos Arnaiz, a la cual Demare dirigía desde el piano. Con este conjunto el 13 de junio de 1938 inició sus grabaciones para Odeón con el tango «La racha», de Agustín Bardi, y en 1940 comenzó a actuar para LR1 Radio El Mundo, la más importante del momento en Buenos Aires. Sin descuidar su labor de director, incorpora a Raúl Berón en su orquesta. Esta dupla logra éxitos imposibles de olvidar como parte de la gran década del 40. Desde entonces continuó su carrera de músico de tango tanto como solista como al frente de diversas formaciones en las que trabajaron prestigiosas figuras del tango como los músicos Joaquín Mauricio Mora y Héctor María Artola así como los cantores Juan Carlos Miranda, Jorge Ayala, Quintana y Almada.
Demare inició su participación en el cine argentino en 1936 con la musicalización de la película Ya tiene comisario el pueblo, dirigida por Claudio Martínez Payva y siguió en 1938, en colaboración con Francisco Canaro, con Dos amigos y un amor, dirigida por su hermano Lucas Demare. Siguió musicalizando películas, una de las cuales fue Prisioneros de la tierra, con la dirección de Mario Soffici, para el sello Pampa Film. Se vinculó luego con la productora de películas A.A.A. Artistas Argentinos Asociados, en la que participaba su hermano Lucas, quien en 1942 dirige la película El Viejo Hucha, que musicaliza Lucio Demare y en la cual estrena el difundido tango "Malena" que había compuesto con Homero Manzi, que interpreta el actor Osvaldo Miranda, aunque la voz es la del cantor de su orquesta Juan Carlos Miranda. El mismo año musicaliza la película La guerra gaucha, dirigida por su hermano Lucas y obtiene el primer premio de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, además de otra distinción de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina. Hasta 1971 siguió creando bandas sonoras para películas con diversos directores, aunque mayormente con Lucas Demare.
Inicialmente su obra se identifica con la estética de la escuela romántica, esa tendencia singularmente original y bellamente novedosa conocida por tango romanza que fuera definida en las composiciones de Juan Carlos Cobián y Enrique Pedro Delfino. Aquel temperamento creativo alcanzaría luego su máxima expresión también en Francisco De Caro, sobre cuyos tratamientos formales alcanzarían descollante relieve Lucio Demare y Joaquín Mauricio Mora, encabezando una nómina de continuadores de tan excelsa modalidad.
Los tangos de Demare de ese primer período Mañanitas de Montmartre, Musete, Capricho de amor, Dandy, Mi musa campera se caracterizaron con su exaltado lirismo y su riqueza melódica.
Posteriormente, en ubicación musical de jerarquía paralela a la de Eduardo Pereyra, Joaquín Mora y Aníbal Troilo -entre otros- dio a conocer Yo era un corazón y toda una serie de páginas cantables con versos de Homero Manzi: Telón, Hermana, Mañana zarpa un barco, Malena, Solamente ella, Tal vez será mi alcohol, “Tal vez será tu voz” y la milonga, “Negra María” que inspiraron y promovieron la selecta dimensión de repertorio, que perfiló al tango del cuarenta.
Demare siempre compuso solo sus temas y prefería hacerlo sobre textos ya realizados. En 1931 una noche que no podía dormir se levantó y entre los libros encontró Por el camino adelante, de Joaquín Dicenta, hijo, lo musicalizó a las tres de la mañana. Y fue un éxito notable en España.
Sobre sus trabajos en colaboración con Manzi recordaba Demare: “La música de “Malena” la hice en no más de 15 minutos. Manzi me había entregado los versos unos diez días atrás. Pensé: “Esta noche va a venir Manzi y por lo menos le voy a decir como empieza el tango». Entonces me senté en un café y lo escribí de corrido, sin pulir y sin cambiar nada. Manzi era una persona de una gran perfección, era músico escribiendo. No escribía cualquier cosa. Algo muy característico en él era que primero colocaba el título y después hacía el poema. Teniendo el título lo demás caminaba. Y tenía otra condición, hoy ponéle, escribía la letra de “Sur” y mañana se olvidaba, tenía que hacer otra cosa. Homero tuvo esa cosa de ternura, de imagen cálida, el hombre que siempre embelesó a la mujer, le cantó loas, no terminaba nunca cuando le decía algo a una mujer”.
En 1967 la cantante Tania lo incorpora al elenco del local nocturno Cambalache, dedicado al tango, actuando como solista junto a ella. Luego tuvo su boite Palitos 85 de la calle Cangallo 1185, pero fracasó económicamente. Su último emprendimiento fue la tanguería Malena al Sur que fundó en el pasaje Giuffra en el barrio porteño de San Telmo.
Sin llegar a figurar nunca entre las favoritas del público, la orquesta de Lucio Demare fue de las más sutiles y sentimentales que se podía escuchar en la década del 40, cuando lo que sobraban eran conjuntos de tango arrolladores. Tenía a favor el piano del director y sus magníficas composiciones: “Pa mí es igual”, “Negra María”, “Malena”, “Mañana zarpa un barco”, “Tal vez será su voz”, “Luna”, “Solamente ella” y muchas más que otros convirtieron en suceso, porque, fuera del año que contó con Raúl Berón, sus discretos vocalistas no podían compararse con los de Troilo, Di Sarli o Caló.
Por igual, sus arreglos instrumentales y vocales, tienen el sello de su fina personalidad de artista, así como los conjuntos que ha dirigido en interpretaciones tan logradas como “Florcita” (Odeon, 1945), “Sentimiento tanguero” (T.K., 1956) y “Milonguero viejo”, (Artfono, 1956), entre las interpretaciones orquestales; “No te apures Carablanca” (con Juan Carlos Miranda), “El pescante”, “En un rincón”, “Qué solo estoy”, “Pena de amor” (todos con Raúl Berón, discos Odeón, 1943-1944) y “Dónde” (con Armando Garrido, disco Artfono, 1956).
Premios obtenidos
Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina: Cóndor y Diploma en la categoría Sonido por la película La guerra gaucha.
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires: Primer Premio en el rubro Música por la película La guerra gaucha.
Películas en las que actuó
Aves sin rumbo (1934). Dir. Antonio Graciano.
Boliche (1934). Dir. Francisco Elías.
Películas que musicalizó
Arriba juventud (1971). Dir. Leo Fleider.
La cigarra está que arde (1967). Dir. Lucas Demare.
Hijo de hombre o La sed o Choferes del Chaco (1961). Dir. Lucas Demare.
Plaza Huincul (Pozo uno) (1960). Dir. Lucas Demare.
Mi esqueleto (1959). Dir. Lucas Demare.
Detrás de un largo muro (1958). Dir. Lucas Demare.
Zafra (1958). Dir. Lucas Demare.
El último perro (1956). Dir. Lucas Demare.
Sangre y acero (1956). Dir. Lucas Demare.
Después del silencio (1956). Dir. Lucas Demare.
Mercado de abasto (1955). Dir. Lucas Demare.
Guacho (1954). Dir. Lucas Demare.
La casa grande (1953). Dir. Leo Fleider.
Un guapo del 900 (1952). Dir. Lucas Demare.
Payaso (1952). Dir. Lucas Demare.
Mi noche triste (1952). Dir. Lucas Demare.
La culpa la tuvo el otro (1950). Dir. Lucas Demare.
La cuna vacía (1949). Dir. Carlos Rinaldi.
La calle grita (1948). Dir. Lucas Demare.
Como tú lo soñaste (1947). Dir. Lucas Demare.
Nunca te diré adiós (1947). Dir. Lucas Demare.
Pampa bárbara (1945). Dir. Lucas Demare.
Su mejor alumno (1944). Dir. Lucas Demare.
El muerto falta a la cita (1944). Dir. Pierre Chenal.
Oro en la mano (1943). Dir. Adelqui Millar.
Todo un hombre (1943). Dir. Pierre Chenal.
La luna en el pozo (1942). Dir. Carlos Torres Ríos.
La Guerra Gaucha (1942). Dir. Lucas Demare.
El viejo Hucha (1942). Dir. Lucas Demare.
Así te quiero (1942). Dir. Edmo Cominetti.
Cruza (1942). Dir. Luis José Moglia Barth.
Yo quiero morir contigo (1941). Dir. Mario Soffici.
El cura gaucho (1941). Dir. Lucas Demare
El mozo número 13 (1941). Dir. Leopoldo Torres Ríos
La quinta calumnia (1941). Dir. Adelqui Millar
Volver a vivir (1941). Dir. Adelqui Millar
Chingolo (1940). Dir. Lucas Demare
La carga de los valientes (1940). Dir. Adelqui Millar
Encadenado (1940). Dir. Enrique de Rosas (hijo)
El hijo del barrio (1940). Dir. Lucas Demare
Corazón de turco (1940). Dir. Lucas Demare
Prisioneros de la tierra (1939). Dir. Mario Soffici
Atorrante (La venganza de la tierra) (1939). Dir. Enrique Rosas
Frente a la vida (1939). Dir. Enrique Rosas
Hermanos (1939). Dir. Enrique Rosas
Nativa (1939). Dir. Enrique Rosas
...Y los sueños pasan (1939). Dir. Enrique Rosas
Cantando llegó el amor (1938). Dir. James Bauer
Dos amigos y un amor (1938). Dir. Lucas Demare
Ya tiene comisario el pueblo (1936). Dir. Enrique Carreras
Aves sin rumbo (1934). Dir. Antonio Graciano
Boliche (1934). Dir. Francisco Elías
Composiciones musicales
"Banderillas al quiebre". Pasodoble.
"Carnavalito". Con los Hermanos Ábalos y Homero Manzi. Milonga.
"Cascarita". Tango. Instrumental.
"Dandy". Con Roberto Fugazot y Agustín Irusta. Tango.
"¿Dónde?" Con Roberto Fugazot, Agustín Hirsuta y Enrique Cadícamo. Tango.
"Flores de mi tierra". Pasodoble.
"Hermana". Con Homero Manzi. Tango.
"La calle sin sueño". Con Enrique Cadícamo. Tango
"La comadrona". Tango. Instrumental.
"La esquina". Tango. Instrumental.
"Luna". Con Homero Manzi. Tango.
"Lupe". Con Roberto Fugazot y Agustín Irusta. Tango.
"Malena". Con Homero Manzi. Tango.
"Mañana zarpa un barco". Con Homero Manzi. Tango.
"Mañanitas de Montmartre". Con Roberto Fugazot y Agustín Irusta. Tango.
"Más allá de mi rencor". Con Julián Centeya. Tango.
"Melodía de amor". Shimmy.
"Mientras viva". Con Eugenio Majul. Tango.
"Milonga en rojo". Con Roberto Fugazot y José González Castillo. Milonga.
"Mi musa campera". Con Roberto Fugazot y Agustín Irusta. Tango.
"Mister Bohr". Foxtrot.
"Negra María". Con Homero Manzi. Milonga.
"No nos veremos más". Con Alfredo Navarrine. Tango.
"Nunca supe por qué". Con Luis Rubistein. Vals.
"Pa´ mí es igual". Con Roberto Fugazot y Agustín Irusta. Tango.
"Pobre corazón". Con Lucas Demare. Tango.
"Potencia". Foxtrot.
"Punto muerto". Tango. Instrumental.
"Río de oro". Tango. Instrumental.
"Rosa peregrina". Con Roberto Fugazot y Agustín Irusta. Vals.
"Sentimiento tanguero". Tango. Instrumental.
"Solamente ella". Con Homero Manzi. Tango.
"Sorbos amargos". Con Roberto Fugazot y Agustín Irusta. Tango.
"Sosteniendo recuerdos". Con Homero Manzi. Tango.
"Tal vez será su voz". Con Homero Manzi. Tango.
"Tal vez será mi alcohol". Con Homero Manzi. Tango.
"Telón". Con Alfredo Navarrine. Tango.
Tango: Malena
Música: Lucio Demare
Letra: Homero Manzi
Intérprete: Roberto Goyeneche
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra:
Malena canta el tango como ninguna
y en cada verso pone su corazón.
A yuyo del suburbio su voz perfuma,
Malena tiene pena de bandoneón.
Tal vez allá en la infancia su voz de alondra
tomó ese tono oscuro de callejón,
o acaso aquel romance que sólo nombra
cuando se pone triste con el alcohol.
Malena canta el tango con voz de sombra,
Malena tiene pena de bandoneón.
Tu canción
tiene el frío del último encuentro.
Tu canción
se hace amarga en la sal del recuerdo.
Yo no sé
si tu voz es la flor de una pena,
só1o sé que al rumor de tus tangos, Malena,
te siento más buena,
más buena que yo.
Tus ojos son oscuros como el olvido,
tus labios apretados como el rencor,
tus manos dos palomas que sienten frío,
tus venas tienen sangre de bandoneón.
Tus tangos son criaturas abandonadas
que cruzan sobre el barro del callejón,
cuando todas las puertas están cerradas
y ladran los fantasmas de la canción.
Malena canta el tango con voz quebrada,
Malena tiene pena de bandoneón.