|
Jorge Durán |
Alfonso Jesús Durán, nació el 19 de enero de 1924 en la localidad de Albardón de la provincia de San Juan, República Argentina. Sus padres eran originarios de Andalucía, España. Radicados en esta provincia cuyana se dedicaron al cultivo de frutas y viñedos tenían una pequeña bodega. Contaba Alfonso que en los momentos de descanso todos ellos cantaban canciones tradicionales de España y algunas folklóricas nuestras.
Ya de muchacho Alfonso Durán se destacaba en el colegio cantando, a tal punto que su profesor de música, al enterarse que viajaba a Buenos Aires, acompañando a su padre en viaje de negocio, le recomienda un profesor de canto de la capital.
En 1942 la familia Durán Hidalgo se instala en Buenos Aires y Alfonso comienza a cantar en forma profesional en algunos locales y confiterías. Más tarde conoció al bandoneonista Jorge Argentino Fernández, quien lo incorpora a su orquesta y de inmediato debuta en Radio Mitre. No conforme al tiempo decide retirarse de esta orquesta; él tenía mayores aspiraciones.
En la bohemia porteña tiene la oportunidad de conocer a Buenaventura Luna, famoso con su Tropilla de Huachi-Pampa. Con ellos hace varias actuaciones, graba su primer disco y gana sus primeros dineros. Las canciones que grabo fueron “Zamba del Gaucho” y “En Las Sombras”, con el nombre de Alfonso Durán.
Cabe aclarar que en San Juan, Alfonso cantaba temas folklóricos pero en Buenos Aires influenciado por sus amigos Roberto Rufino y Alberto Marino se inclina por el tango. Ingresa en la orquesta de Emilio Balcarce y graba sus primeros tangos “Mi Buenos Aires Querido” y “Me están sobrando las penas”.
Es así como poco a poco este sanjuanino va trascendiendo y logrando una fama considerable en el ambiente tanguero, a tal punto que un día Carlos Di Sarli lo va a escuchar en un local nocturno y lo contrata de inmediato, para incorporarlo a su orquesta. Hasta este momento no tenía nombre artístico y cantaba con su nombre real, Alfonso Durán.
Al día siguiente por la tarde, completa su labor con la orquesta de Emilio Balcarce cantando en Radio Belgrano y a la noche debuta con Carlos Di Sarli en Radio El Mundo. Allí su director le cambia el nombre por el de “Jorge Durán” y le solicita que cante en un tono más alto, lo que hace sin ningún problema, tenía un buen registro de voz. Esta etapa que duro 2 años fue sin duda alguna la más brillante de Jorge Durán.
En 1947 se incorpora a la orquesta de Pedro Laurenz, pero no grabo con él. Ese año pasa a la orquesta de Horacio Salgan con quien graba 3 temas que no se editaron en forma comercial: “Sueño Querido”, “Barrio Pobre” y “Pan”.
Ingresó en 1950 con la orquesta de José Basso, permaneciendo en ella durante 3 años. En ese tiempo dejó un registro de 12 canciones. En 1954 se incorpora a la orquesta “Símbolo Osmar Maderna” con la que graba un solo tema y en 1955 con Francisco Rotundo, con quien no dejo grabaciones.
El 26 de abril de 1956 comienza una segunda etapa con Carlos Di Sarli que dura hasta 1958. Durante estos 2 años grabó 9 temas. En 1959 forma una orquesta propia con su amigo Roberto Florio, estando la dirección de la misma a cargo del pianista Orlando Tripodi. En 1962 vuelve a la orquesta de José Basso y en 1968 colabora con Armando Portier. En 1970 graba un disco con Oscar de la Fuente.
En 1971 Jorge Durán graba un LP con 12 canciones acompañado por las guitarras de Juan Carlos Coria, Domingo Laine, Rubén Morán y Héctor Estela. Ésta fue su última producción discográfica.
Jorge Durán fue un excelente intérprete y un gran cantor. Su registro de voz era la de un barítono. Muchas veces el dramatismo que le imponía a sus canciones era un lamento romántico muy propio, no le faltaba ductilidad, fue un gran cantor.
Tango: Mamboretá
Música: María Isolina Godard
Letra: Francisco García Jiménez
Intérprete: Jorge Duran
Las letras de Tango reflejan la vida misma. Reflejan el dolor, el placer, la nostalgia, alegrías y tristezas. A través de ellas te invito a pensar!
Letra:
Yo la conocí a "Mamboretá"
en el barrio aquel de la niñez,
con su pena cruel
de no tener mamá...
ni conocer
otro consuelo que llorar.
Pobre huerfanita, triste flor,
era su madrastra la impiedad.
Carne del dolor,
ni un nombre se te dio:
fue nada más
que la infeliz "Mamboretá"...
¡Linda mujer que en esta noche
triunfando hace derroche
de lujo y de placer!
Sólo yo sé que eres aquélla,
y el brillo de tu estrella
no haré palidecer.
Por el milagro, la copa quiero alzar:
¡hoy es Alondra quien fue Mamboretá!
Nada pregunto ni sospecho,
¡no sé lo que habrás hecho
cansada de llorar!
Que otro te condene... Ya no sé
dónde acaba el bien y empieza el mal...
Yo tan sólo sé
la trágica verdad
de tu niñez
ensombrecida de orfandad.
Puede ser locura tu placer,
puede ser tu lujo un sol fugaz;
pero Dios te da
desquite de tu ayer;
¡sueño feliz
de la infeliz "Mamboretá"!